atravesando Andalucía. Cap. 3

Hoy toca regresar y para colmo me he levantado con dolor de garganta. Esta situación consigue sembrar dudas respecto al recorrido de vuelta a realizar. Fiel a mi estilo, la ruta de retorno que tengo preparada no es la mas corta, ni tampoco la más rápida.
Decido sobreponerme a este inconveniente y continuar con el plan previsto. Sin embargo la haré "del tirón".

La idea de conocer nuevos lugares me resulta más atractiva que repetir camino, aunque se trate de las Alpujarras granadinas.

Seguramente, al igual que yo habréis leído mucho sobre el desierto de Tabernas. No quería dejar pasar la ocasión de, si no adentrarme, al menos rodar por el tramo de nacional que transita por él. Hacia allí me dirijo.

Para acortar, y rodar de paso por otro tramito de la zona, me adentro por la AL-3406 hacia Gádor. En una parada técnica para quitarme ropa, apenas llevo media hora y ya voy asado -justo cuando me voy-, aprovecho para inaugurar la sesión fotográfica.

Este típico paisaje almeriense, que aún no había reflejado en todo el viaje, a la postre será lo más desértico que aprecie en toda la ruta.
Calar Alto, aún con nieve, se aprecia desde cualquier parte de estos pagos. Aquí a unos 101x de distancia.

En esta carretera se encuentra el acceso al yacimiento prehistórico de Los Millares. Uno de los asentamientos más importantes de la Europa de la Edad del Cobre. Muy retorcida e interesante para el disfrute si vas conduciendo.

Dejo atrás Gádor, por la carretera que no es. Desde aquí hago un llamamiento para si alguien quiere, me regale un GPS. Mucho he hablado (mal) de ellos, pero me voy a tener que comer mis palabras. En 50 kilómetros me he "perdido" dos veces.

Cuando por fin dejo la autovía para hacer frente a la nacional "desértica", ¡me encuentro con un cow-boy en los alrededores de una glorieta! Error garrafal por mi parte decidir ir a repostar antes que a fotografiarme con él. La gasolinera no se iba a mover; el vaquero sí.

Creo que huelga decir que aquí se encuentran, no uno sino dos centros temáticos inspirados en las películas del oeste, siendo lugar de rodaje incluso de películas no tan antiguas. Me parece, si cabe, mas interesante la visita al menos conocido Castillo nazarí de Tabernas. En él los Reyes Católicos firmaron las Capitulaciones de Almería. Ahora, me jode no haber subido, solo por ver las vistas que ofrece. Bueno, y porque de momento su acceso es libre.

¿Será este el decorado de alguna peli o serie?

La N-340 me defrauda un poquito bastante. Ya no porque sea una perfecta recta de varios kilómetros, sino porque los cultivos de los aledaños le quitan el encanto que, al menos yo, pensaba que tendría el rodar por una zona desértica. Para nada me dio esa sensación. Lo más bonito de este tramo fue sin duda, el paso por la localidad de Sorbas, y sus casas al borde del precipicio.

Me pareció mucho mas desértico el trasiego por la A-7 hasta Huércal, o incluso el comienzo de la A-327 por la que la abandoné. Y recalco lo del comienzo porque en apenas nada, sin darme cuenta, paso a rodar por un paisaje diametralmente opuesto al que había traído hasta ahora.

Los aromas y colores de la primavera hacen acto de presencia inundando todos mis sentidos, dándome un plus de ánimo y energía que en todo el viaje he sentido.

Estoy subiendo el puerto de Sta. María de Nieva. Sus suaves rampas no dan sensación de estar ascendiendo hasta sus 1085m de altitud. Aunque sus 25 km de longitud tienen estas consecuencias.
No puedo evitar pararme a disfrutar de la quietud y dar una bocanada del fresco aire que todo lo inunda. Ya casi ni me molesta la dichosa garganta.

Mas feliz que una perdiz, continúo hacia Vélez Rubio. En esta localidad da comienzo del descubrimiento del día. La carretera A-317

No la elegí por nada en particular, de hecho ni siquiera sabía en que estado me la encontraría, pero desde el primer kilómetro conecté con ella. Tal debió ser el chute de polen en el puerto que no me apetecía mas que rodar por ella sin parar.

Incluso se me olvidó parar en Vélez Blanco, con la buena pinta que tiene esta localidad desde la carretera.

El trazado hasta ahora es de un ancho de carretera "nacional", pero pasada la población de María, a unos 4 kilómetros y dentro del P.N de Sierra María - Los Vélez se vuelve un hilito de asfalto que a duras penas caben dos vehículos. Lo que puede parecer un inconveniente, me pone divierte aún más.

Estoy disfrutando incluso de las infinitas rectas. No digo lo que voy pensando porque me da vergüenza ;)
Quiero más polen de ese. No se a que viene esta euforia, pero me encanta.

Pienso que debió de ser la conjunción de buena temperatura, asfalto impoluto, y ganas de disfrutar de lo que haces. De estas veces que conectas con tu máquina y todo se convierte en placentero.

Venga, que me pongo moñas. Prácticamente es línea recta hasta Puebla de Don Fadrique. Aquí había pensado buscar un restaurante para comer, pero las horas, y que no me llena el ojo la vuelta que me doy, me influencian para buscar un lugar para comer de lo que llevo en la despensa.
Lo hago en medio de un pinar poco antes de la cima del Puerto del Pinar, valga la rebuznancia. Las nubes que sé que hay en la otra falda del puerto me animan a hacerlo a este lado.

El frugal tentempié y el descanso me hacen volver al mundo real. Incluso encuentro un punto de peligrosidad en lo que a continuación me encuentro. Las infinitas rectas se comprimen ahora formando una madeja de asfalto bajo mis neumáticos. El ancho en algunas curvas ciegas resulta inquietante. Bueno, pues Chi va piano, va sano e va lontano
En unos minutos llegaré a Santiago de la Espada. Allí al fondo.

A partir de aquí esto mejora y ya al menos hay linea divisoria central. Por Pontones creo que nace el río Segura. Este lugar me hace pensar que he pasado antes por aquí, pero no lo recuerdo. Ya lo que me faltaba, un déjà vu.

Continúo sin detenerme en la infinidad de miradores que jalonan la carretera. Al final me estoy acordando del chubasquero que no quise ponerme después de comer. Voy esquivando la lluvia, que está mas presente de lo que me gustaría en los alrededores. Al fondo aparece Hornos

Y aquí ya he llegado.

Con el embalse del Tranco de Beas a sus pies.

No podía pasar por el Km 0 de esta espectacular vía sin sacarle una foto de homenaje. Prometo una crónica especial para ella solita. Ojalá en breve.

A partir de aquí, ya viene lo conocido y por tanto un poco mas aburrido para mí. De todas formas, hoy ya llevo una buena ración.
Busco la N-322 dirección Albacete, que abandono por la A-6300 hacia Albaladejo. Curiosamente, de todas las veces que he pasado por aquí, hoy pararé por primera vez en el área de descanso que hay en mirador del Guadalmena. Me entretengo con una manzana ante este paisaje.

Este río hace las veces de línea divisoria entre las provincias de Ciudad Real y Jaén, al menos por esta zona. De vuelta al camino, cruzo Montiel, con su castillo puesto al día sin andamios para sus fiestas medievales, de hace apenas unos días.

Y tras repostar en Infantes, donde justo cuando me voy, llega una KTM Adventure de estas nuevas, con su embriagador sonido. -Porque no tengo economía para cambiar de moto, sino incluso me lo habría pensado. Que bonita!- Me despido con esta foto de mi sufrida, tomada en el mirador anterior, para quitarme la fiebre consumista y ver que no hace falta ir en un pepinaco para viajar a gusto. Esta me lleva siempre solícita y sin rechistar.

Y esta toma de la mancha manchega.

V'ss y gracias por leerme.