Presentación de Desireé

Se dice que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque puede llegar a cumplirse.
Cuando hablamos de cosas materiales, entran en escena diversos factores, y lo que para una persona no representa el mayor problema, para otra puede hacerse una montaña que escalar.
Hoy, tras más de cinco años de espera, puedo decir orgulloso que puedo disfrutar de la máquina que me "robó el corazón" a primera vista.

Ya no hay excusas, ¿hasta dónde podré llevarla? ¿dónde están mis límites? En estas tribulaciones ando cuando giro la llave, meto primera y el ronroneo de esta bestia me pone las escarpias como pelos. Siento adrenalina y respeto en idénticas proporciones. De momento, voy a ir paso a paso y veremos lo que vuelvo a desear.

Dejo atrás a mi querida cbf. Inesperada la nombré porque de esa forma llegó a mí, y casi de esa misma forma hemos terminado la unión. Como (casi) todos, me quedo con la sensación de haberla malvendido, pero no hay que mirar atrás. No voy a hacerle un resumen de los 75.000 kilómetros que hemos compartido, de forma fiable y económica, a veces incluso íntima, -los que montáis en moto, sabéis de lo que hablo- porque básicamente es la vida de este blog. Me quedo con la sensación de haber podido hacerle otros 75.000, sin ningún problema. Pero...

¡Le roi est mort, vive le roi! ¡El rey ha muerto, viva el rey!

Sin más dilación, os presento a Desireé

Fotografías tomadas en la Ermita de la Virgen de los Santos, patrona de mi pueblo, Pozuelo de Calatrava, a dónde he ido a ofrecérsela como es costumbre. De aquí a donde me lleve el destino ¿o era el camino?.

V'sss